¿Cuántas veces habéis oído hablar de la ansiedad de manera negativa y como algo a lo que evitar o temer? Hay millones de anuncios dedicados a la evitación de este "gran monstruo", miles de consejos por las redes para poder "controlarla" y muchas explicaciones de amigos y familiares que te dicen que "algo va mal en ti si tienes ansiedad"...
Pues nada de esto te ayuda para poder gestionar tu ansiedad, y si, digo gestionar porque controlarla no es posible... siento darte tan malas y contradictorias noticias... pero la ansiedad no es algo que elijas tener, ni si quiera es algo que puedas evitar (aunque lo creas), y por supuesto no es algo peligroso que nos vaya a llevar a la muerte. Sin embargo, como es tan desagradable de sentir, nuestra mente nos hará creer que es algo peligroso que tenemos que evitar y quitarnos de encima, porque ésta está formada por toda la información que desde el entorno obtenemos, de tal manera que nuestra opinión sobre ella será lo que nos dicen, escuchamos, leemos y vemos. Todo esto hace que nuestra mente tienda a juzgar la experiencia de estar sintiendo ansiedad, tiñendo la experiencia real con todas estas valoraciones negativas y, por lo tanto, sintiéndola de manera negativa también.
Así que para no caer en la trampa de la mente es importante que sepamos conocer qué es la ansiedad. Muchas personas (todas) hemos podido sufrir ansiedad en algún momento de nuestra vida y seguramente hayamos pensado una serie de mitos como estos (Caballo, V., Salazar, I. y Garrido, L., (2020):
La ansiedad es peligrosa (por ejemplo, podría tener un ataque al corazón).
Podría perder el control o explotar emocionalmente.
Es una señal de debilidad
El ataque de ansiedad no se me pasará nunca.
Meeec Error! Nada de esto es cierto.
Y, ¿entonces? ¿Qué es exactamente la ansiedad?
La ansiedad es... una respuesta de tu organismo ante un estímulo catalogado como peligroso o negativo. Comprende tres dimensiones (cognitiva, fisiológica y conductual) y promueve un conjunto complejo y variable de conductas (es decir, sentimientos subjetivos de temor y tensión, importante activación fisiológica y comportamientos de lucha/huida) para poder dar respuesta a la situación problema, generada por estímulos tanto internos (es decir, cognitivos y/o somáticos) como externos (es decir, ambientales).
Las personas que sufren importantes problemas de ansiedad, están utilizando un mecanismo ineficaz, diseñado para impulsar al organismo a reducir el supuesto peligro que está activando la respuesta de ansiedad. Sin embargo, como el problema no es un peligro real sino una percepción negativa de la situación, una exageración del peligro o una anticipación de algo que no está pasando en el presente, la experiencia de ansiedad no nos funciona para poder realizar una acción reparadora. Si el peligro no existe o es exagerado, el individuo no tiene manera de detenerlo, sintiendo incontrolabilidad (justo lo que no se quiere sentir).
¿Es beneficioso tener ansiedad?
La respuesta es Si, pues la ansiedad es una emoción que nos moviliza, nos pone en alerta y nos permite adapatarnos a tales situaciones con mayores probabilidades de éxito. Siempre que se sienta un nivel no muy elevado de ansiedad, se puede mejorar el rendimiento en situaciones de desafío, ayudarnos a adaptarnos al medio social, al laboral o al académico y orientar nuestro comportamiento para prepararnos para la situación.
Por lo tanto, aunque sea una sensación super desagradable y físicamente difícil de tolerar, es algo que en ocasiones nos es útil, aunque en otras no. Identificar cuándo nuestro cuerpo está reaccionando a un pensamiento anticipatorio, catastrofista, alarmante e irreal, de una situación futura es muy importante para poder empezar a gestionar la ansiedad. Saber que son reacciones naturales de tu cuerpo y poder aplicar las técnicas adecuadas para poder mantener el control en lo que haces, son las claves para poder manejar tu ansiedad y que no te limite como hasta ahora. La única forma de poder gestionar tu ansiedad es comprenderla, conocerla, aceptarla y poner en práctica técnicas que te ayuden a cambiar y mantener el foco de tu atención en lo que puedes hacer en la situación real y no en la interpretada por tu mente.
Si sufres ansiedad y hasta ahora todo lo que te han dicho, has hecho o has pensado ha ido en la dirección de controlarla y evitarla... habrás notado que ésto sólo provoca más sufrimiento y descontrol (paradójicamente). Por lo que si necesitas ayuda para poder gestionarla, puedes ponerte en contacto conmigo a través de las redes sociales, email o teléfono.
Amanda.
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