Hexaflex
Desde la terapia de aceptación y compromiso, evalúo y aplico el tratamiento psicológico, partiendo del hexaflex y cada uno de sus componentes. Así, tras el análisis funcional del comportamiento que la persona realiza, puedo trabajar con las distintas dimensiones que conforman el bienestar psicológico y sus opuestos, según dónde esté ubicada cada persona.

Tratamiento psicológico para:
Ansiedad
La ansiedad es una respuesta emocional normal ante situaciones percibidas como amenazantes, inciertas o desafiantes. Se manifiesta a nivel cognitivo (preocupaciones, anticipación), fisiológico (tensión muscular, taquicardia, dificultad para respirar) y conductual (evitación, hiperalerta). En el tratamiento son clave: La exposición gradual, la psicoeducación sobre los tres componentes que conforman la ansiedad y las técnicas de respiración y relajación.
Dependencia Emocional
Ciertas características de la vida de una persona pueden provocar dependencia de ésta sobre otra, necesitando su compañía y atención constantemente para poder sentirse querida, valorada y estable en su vida. El trabajo con el aumento de la independencia y la autoestima, es desde donde parto para poder ir trabajando cada aspecto de este problema, atendiendo a las demás áreas de la vida descuidadas y a la historia personal de cada paciente, a través del análisis funcional de la conducta .
Depresión
La depresión, más allá de la tristeza, suele implicar una pérdida generalizada de energía, interés y sentido, junto con autocrítica persistente, aislamiento y sensación de vacío. A través de la terapia de activación conductual, aplico principios conductuales para trabajar los síntomas relacionados con la depresión y activar a la persona para que realice actividades significativas. Es fundamental trabajar los pensamientos negativos y las emociones desagradables, que se sienten como barrera psicológica.
Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
Este trastorno es el más característico en relación a la rigidez cognitiva, la necesidad de control disfuncional y por las limitaciones que provoca. Es fundamental el trabajo con la exposición gradual y la prevención de respuestas reforzadoras de miedos e ideas fijas. Además, las técnicas de relajación y respiración resultan clave, así como el trabajo en valores y sentido de vida.
Duelo
Al margen de las ya conocidas fases del duelo, el trabajo fundamental para tratar este tipo de problema es el de la aceptación y el compromiso con la vida de uno mismo, integrando y colocando emocionalmente a la persona fallecida o a la persona que nos ha dejado (en duelo por ruptura de pareja). Es fundamental, en mi opinión, la apertura mental a la tristeza (entendiendo la función que representa en este estado psicológico, sintiéndola y aceptándola) y la reconstrucción de los apegos.
Adicciones
Todas las adicciones siguen un patrón de evitación y de refuerzo a corto plazo, que hacen que la vida de la persona que desarrolla la adición gire entorno a ello cada vez más, hasta llegar a tener graves consecuencias. A través del modelo de Prochaska y Diclemente y sus fases, trabajo las adicciones analizando el estado psicológico en el que se encuentra la persona, para comprobar el nivel de consciencia de su adicción y el compromiso con el cambio. Aceptar la ambivalencia psicológica, es clave para evitar abandonos y conseguir el cambio.
Ansiedad Social
El miedo a la evaluación social forma parte de la vida de muchas personas. La anticipación de críticas y consecuencias negativas, el autoconcepto negativo, la emoción de vergüenza y la evitación, son la base de este problema psicológico, que trabajo desde el interior hacia fuera, construyendo las bases para una autoestima y un autoconcepto saludables y, a través de, la exposición a lo que se anticipa y se teme. La creación de nuevas experiencias que desconfirmen los miedos, es clave para el cambio psicológico.
Trastorno de Alimentación (TCA)
Las referencias culturales, la necesidad de aprobación social y la necesidad de control son variables muy relacionadas con la posibilidad de desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria. Encontrar el equilibrio saludable entre el control y el descontrol, es el objetivo a conseguir. Para mí, es fundamental el trabajo en clarificación de valores de la persona, a través de la ampliación de la consciencia sobre su identificación personal, la autoaceptación y la autocompasión.
Trastorno de estrés postraumático
El trauma simple o trastorno de estrés postraumático (TEPT) suele originarse a partir de un evento puntual, intenso y amenazante para la integridad física o emocional, que sobrepasa la capacidad de afrontamiento del individuo. Aunque el evento haya pasado, el cuerpo y la mente de la persona lo siguen viviendo como si estuviera ocurriendo ahora. Por eso, el trauma no está tanto en el hecho en sí, sino en cómo queda almacenado en el sistema nervioso y cómo afecta la percepción, la memoria, las emociones y el cuerpo. Los síntomas mas comunes son: Evitación, hiperactivación, re-experimentación y entumecimiento emocional o disociación.
Trauma Relacional
El trauma relacional se refiere a heridas emocionales significativas que ocurren dentro de relaciones importantes, especialmente durante etapas tempranas del desarrollo. No se trata de un único evento traumático, sino de patrones repetidos de desconexión, negligencia, abuso, invalidación o falta de seguridad emocional en vínculos clave (como con cuidadores primarios, pareja o figuras significativas). Este tipo de trauma puede afectar profundamente la capacidad de una persona para confiar, regular emociones, establecer límites y mantener relaciones saludables. se manifiesta con síntomas como hipervigilancia, evitación, disociación y autocriticismo extremo.
Fobias
Las fobias específicas son un tipo de trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo intenso, persistente e irracionalhacia un objeto, animal, situación o actividad concreta. Este miedo suele provocar una respuesta fisiológica inmediata (taquicardia, sudoración, temblores, dificultad para respirar) y lleva a la persona a evitar sistemáticamente la situación temida. Aunque la persona es consciente de que su miedo es excesivo, no puede controlarlo, y eso limita significativamente su vida cotidiana. El tratamiento es similar al trabajo con la ansiedad, ya que se experimenta mucha sintomatología compartida. El tratamiento en ocasiones puede venir de una experiencia traumática simple, vivida o vicaria.